viernes, 18 de diciembre de 2015

Marita

  

Cuando venía el coche de línea, en las tardes, a finales de Julio, los muchachos dejábamos el juego en la era y corríamos detrás de él, nerviosos, gritando: ¡que viene!, ¡que viene…! Para  ver qué veraneantes venían.
 El día que llegaba Marita  la mirábamos con los ojos abiertos como platos porque Marita era diferente, se le notaba mucho que era de capital, primero porque tenía la piel muy blanca y  traía  unos vestidos que no se parecían nada a los de las muchachas de Hortigüelos, segundo porque a su padre lo llamaba papá y no padre , como nosotros , y tercero porque se llamaba Marita y no Paquita, Mª Carmen, Remedios o Paulina, como las de Hortigüelos.  Marita siempre decía que ella iba al colegio de las Madres de la Transustanciación que nosotros no sabíamos lo  que era Transustanciación y tardamos mucho tiempo en aprender a decirlo. Con ese nombre tenía que ser un colegio muy importante y muy bueno y  no como la escuela nuestra, que solo se llamaba escuela.
Y, además, el padre de Marita era Guardia que es más que labrador o pastor como los nuestros y, si no, a ver porque llevaba pistola y un uniforme tan bonito.
A nosotros nos gustaba mucho ver la maleta de rayas que traían amarrada con una cuerda entre las amarillas cestas de mimbre de los del pueblo y también mirábamos mucho  el bolso que traía su madre.  A todos nos hubiera gustado saber lo que traía en aquel bolso. Alfredo decía que seguro que galletas y, a lo mejor, hasta algún caramelo, porque Carlos Chaveta nos había dicho que él, una vez, por la mañana, que lo mando su madre a llevarle la leche, había visto que Marita almorzaba leche con galletas y no leche migá y tocino frito. Nosotros siempre nos creíamos lo que decía El Chaveta porque era más grande y nos podía a todos.
Marita jugaba en los veranos a la sombra del atrio con la hija de D.Paco, el Maestro y con Purita, la del Secretario. Luego Marita creció y, cuando ya todos éramos más grandes, nos decíamos unos a otros que Marita estaba muy buena pero nos daba vergüenza decirle a ella que nos gustaba o que estábamos enamorados por si nos decía que no  o se enfadaba.
Así hasta que paso tiempo y El Chaveta nos dijo que tenía un novio  y que Marita decía que era militar desde que se fue a la mili unos años antes y fue militar mucho tiempo hasta que un día, cuando llevaban años  casados, Marita empezó a decir que su marido era Teniente.

Todo eso era de jóvenes pero ahora Marita ha cumplido 81 años y la gente de fuera  la llama María Antonia que es como figura en los papeles. Vive en Hortigüelos desde que murió  Alberto, su marido, hace treinta años. Es muy buena persona y ayuda a toda la gente con cariño y buen talante. Se ocupa de las cosas de la iglesia y también  ayuda a D. Ramiro, el cura, que viene dos veces por semana desde Valdetoro y dice la misa en varios pueblos porque,  según  la Remi,   hay falta de vocaciones y debe de ser verdad porque la mayoría de los curas ya son viejos.
La Remi es muy amiga de Marita y dice que la conoce como si fuera su madre y que Marita sabe mucho y que es  muy lista y por eso le gusta llamar al pan, pan y al vino, vino. 
Por  ejemplo, cuando viene su sobrino Raul, el de Burgos, que debe de tener 34 o 35 años y es un tío alegre y campechano, dice que es informático, pero a Marita le gusta aclarar que es Ingeniero Informático Superior, porque los hay que son sólo técnicos o arreglan ordenadores y también dicen que son informáticos. O cuando alguien antes decía que había terminado el bachillerato, ella siempre preguntaba si el elemental o el superior, porque claro, no era lo mismo y, como muy bien dice la Remi, Marita es muy culta y le gusta llamar a todas las cosas por su nombre. Cuando en Nochebuena le dice alguien que ha bebido champán, ella siempre pregunta si era champán champán o cava porque claro, no es lo mismo, si le dicen cava ella sigue preguntando si era brut, seco o no, porque claro, no es lo mismo….Cuando alguien habla de vino, ella siempre pregunta si crianza o reserva , porque claro,….
                A ella no la engañan así como así porque entiende de todo, conoce muy bien a toda la gente y sabe cómo es cada uno, así que cuando le contamos algo que hemos hecho, ella, aunque no le pidamos su opinión, siempre nos dice si hemos hecho bien o mal, unas veces con palabras y otras con el gesto.
 Y es que Marita es muy buena y muy lista y cuenta las cosas muy bien y con mucho detalle, igualito que ocurren, con las cosas que dicen uno y otro, tal cual la imita la Remi: -“entonces yo le dije:- pues claro bla, bla, bla, ….. “y ella me contestó: -“Ah síii,bla, bla bla bla…..” y hasta cambia la voz, según hable uno u otro, para que sea más igualito.
                 Marita vive en la casa que era de sus padres y tiene calefacción, aunque se arregla con un brasero eléctrico y sólo la enciende cuando viene algún sobrino o cuando es Navidad y así . Le hubiera gustado irse , ahora de mayor, a una residencia de gente bien, pero no le alcanza la pensión para pagarla, de manera que se ha quedado en Hortigüelos porque es de buen conformar y dice que con el tiempo , ya veremos…porque la vida da muchas vueltas…..y Dios sabe…
  Yo a Marita la quiero mucho pero nunca se lo he dicho. Eso sí, le llevo siempre cosas de mi huerto o del melonar y de la viña cuando es el tiempo…



                                                                                                                      Agustín Hernández Hdez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario